domingo, 5 de abril de 2009

Recomienzo


Volviendo
de agotar toda adversidad
providencialmente humano
enemigo consecuente
y dispuesto amante
elegido fortuito
del absurdo
en esta ciudad
de barro edénico
aún persigo
entre parajes de furia
fábulas seculares
y crudas realidades
la evasiva razón
de lo vital
hasta la frontera misma
de ese destierro
que más allá
extiende y aleja
tantas costas y mares
e indestructibles islas.

Marcelo Masola


Acerca del autor

Nació en Córdoba el 19 de febrero de 1915 y murió en la misma ciudad en 1984. Su verdadero
nombre era Luis Marcelo Mazzola. Fue un gran lector y conocedor autodidacta de la literatura
contemporánea, en particular, de la poesía alemana y norteamericana. Colaboró en numerosas
oportunidades en diarios del país y del extranjero. De obra exigua y muy cuidada, gozó de
enorme prestigio entre los círculos intelectuales de su época. Guió la creación de muchos
jóvenes poetas locales desde su lugar en una importante librería céntrica. Tradujo el Diario
fiorentino de Rainer María Rilke y publicó versiones de Destierros, Lluvias y Nieves de Saint
John Perse.
Publicaciones:
Noche y día (1950) –único libro de su autoría aparecido en vida del poeta- , El huésped
(1983), Zodiacal y otros poemas (1993) y Antología de la poesía de Córdoba (1997).

1 comentario:

Maximiliano dijo...

si bien no soy un ameno conocedor de la literatura cordobesa (aunque Córdoba es casi mi segundo hogar, ya que viajo cada verano)me parece una ciudad con demasiada expresión artistica, demasiada voluntad y amor por lo que se hace (y las mejores fiestas en las noches de Carlos Paz..quiero volver)..y ni hablar de la tan famosa tonada..es una provincia que me dió momentos muy lindos (mi primer beso fue con una cordobesa!) y momentos raros (borracheras y roces nocturnos)..
pero eso no le quita brillo a una ciudad alegre y entusiasta..cuna de nuestro cuarteto..(aunque no me guste, es infaltable los viernes a la noche)..no tengo mucho más para decir..quizás mi humilde opinión no haya aportado nada (o nada que no sepan) pero no quería desaprovechar la oportunidad de sonreírle una vez más a esa hermosa perla serrana..
me despido, desde mi querido San Juan natal..